Sopes mallorquines d'escaldar (receta típica mallorquina)

 


Esta receta se ha hecho desde siempre en mi casa. Como todas las recetas tradicionales seguro que tiene variaciones propias de mi familia. De hecho, en los restaurantes de Mallorca, nunca he encontrado este plato en la carta y, exactamente como la hacen en mi casa, tampoco la he visto en libros y recetarios. 

Debo aclarar que las diferentes versiones de sopas mallorquinas tienen dos denominadores en común que sorprende a todo el nacido fuera de Mallorca: No son una sopa tal y como la conoce el resto del mundo (plato de cuchara donde predomina el caldo). Las sopas mallorquinas son un plato en donde el caldo es absorbido por un pan moreno cortado muy fino al que llamamos "pan de sopas" y que se ocupa de transformar un plato caldoso en uno mucho más seco. Pero que nadie se preocupe si no tiene ese tipo de pan, para mí es prescindible y casi nunca lo pongo. Aquí tenéis la foto de este tipo de pan al que no le conozco más usos. 


El siguiente es que, como tantos otros platos de cocina tradicional, se hacen en una cazuela de barro. En Mallorca tienen una forma típica y se llaman "greixoneres". La diferencia entre nuestra "greixonera" y una cazuela de barro es que la mallorquina no tiene el fondo plano, sino con forma curva, como de wok (salvando las distancias).


Mi abuela me contaba que antiguamente era muy común cenar sopas mallorquinas cada día y que, según la estación en la que se encontraban o el sitio de Mallorca, el plato se hacía con unos ingredientes u otros. ¡Sí! Se trata de un plato de aprovechamiento como tantos otros. Así tenemos las diferentes "versiones": "sopes d'escaldar" (sopas escaldadas, las que haremos hoy), "sopes de matances" (sopas de matanzas), "sopes d'estiu" (sopas de verano), "sopes solleriques" (sopas sollericas, de Sóller, un pueblo de Mallorca), "sopes de peix" (sopas de pescado)...

Sin duda éstas son las más caldosas y, por sus ingredientes, un plato de invierno. Espero que os gusten tanto como a mí. 

Ingredientes:

(Para realizar una receta sin gluten debéis aseguraros que todos los ingredientes son aptos para celíacos dado que hay ingredientes libres de gluten que pueden llevar trazas de alimentos que sí lo  contengan.)

3 ó 4 ajos picados o laminados finos

1 cebolla picada pequeña

Pimiento blanco (si no hay se le pone verde) y rojo picado pequeño

3 ó 4 tomates de ramillete rallados (se pueden sustituir por tomates en rama o de pera)

Opcional: Botifarrón y sobrasada (embutidos mallorquines que se le pueden añadir al sofrito aunque yo nunca lo hago). 

150 gr de champiñones o setas  (troceados a cuartos) 

3 ó 4 Alcachofas cortadas (cada corazón cortado en 6 ó 8 partes)

Media Coliflor cortada en arbolitos no muy grandes

Medio manojo de perejil picado

Tirabeques (unos 200 gr.)

Agua 

Aceite de oliva virgen extra

Pimienta negra

Pimentón dulce

Mejorana (mejor si es fresca, en mallorquín es "moraduix")

 Omitir este ingrediente para una receta sin gluten: Pan de sopas (opcional)

Huevo (opcional)


Procedimiento:

  1. Hacemos un sofrito con los ajos, la cebollay  los pimientos. Una vez pochado añadimos los embutidos (en caso de ponerlos) y, pasados unos minutos, el tomate rallado. Salamos al gusto.
  2. Cuando está bien sofrito añadimos los champiñones. Dejamos que reduzcan (soltarán agua y se tiene que reabsorber). 
  3. Añadimos las alcachofas y las rehogamos un poco con el resto de verduras. 
  4. Hacemos lo mismo con la coliflor, el perejil picado y los tirabeques. 
  5. Sazonamos: rectificamos de sal y ponemos lapimienta, el pimentón y la mejorana.
  6. Dejamos rehogar unos minutos para que se incorporen todos los sabores y cubrimos con agua (que tape bien las verduras pero que no naden). 
  7. Cuando el agua arranca a hervir añadimos las espinacas. 
  8. Dejamos cocer por unos 15 ó 20 minutos (dependiendo de si las verduras gustan más al dente o más cocidas). 
  9. Una vez apagado el fuego se dejan reposar unos 10 minutos antes de consumir (en la misma cazuela o en el plato donde las vamos a comer tapado con otro plato o una tapa de cazuela). 
Estas verduras se sirven sobre un plato cubierto de pan de sopas aliñado con aceite de oliva virgen extra (es opcional, en mi caso nunca les pongo pan). 
También, opcionalmente, podemos escalfar un huevo para completar el plato. Lo típico es cascar el huevo en el plato donde vamos a comer (sobre el pan si las comemos con pan) y  cubrirlo con el caldo y verduras (que deben estar muy calientes, prácticamente hirviendo). Tapamos el plato y lo dejamos reposar 10 minutos antes de consumirlo


Aquí podéis ver como el huevo queda cubierto con la verdura y el caldo. 

IMPORTANTE: si os gusta la clara del huevo bien cocida mi consejo es que en lugar de un huevo crudo lo pongáis poché o pasado por agua. Así os aseguráis que se hace bien porque, en mi experiencia, hay veces que parte de la clara queda poco hecha (vamos a decirlo así). 

La yema debe quedar líquida para que luego la podamos "esparcer" por la verdura. 



¡Espero que disfrutéis este plato tanto como yo! ¡Bon profit!



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