Uno de mis platos favoritos. Sencillo aunque un poco elaborado... sería un plato exprés si no hubiera que pelar los pimientos... ¡¡no se puede tener todo!! Lo bueno es que congela fenomenal así que podemos hacer muchos de una vez y congelarlos en porciones.
En Mallorca es un plato muy típico, sobre todo en verano porque se come frío, como una ensalada. Lo llamamos "prebes torrats" (aunque se escribe pebres torrats).
En Catalunya hay un plato muy similar llamado "escalivada" aunque la hacen con más variedades de hortalizas (a parte de pimientos y berenjena también ponen tomate y cebolla). La manera de servir la escalivada también es diferente, normalmente no mezclan los productos si no que los sirven en una fuente separados (si lo buscáis en google lo podéis ver, hay muchísimas fotos).
Admiten un montón de acompañamientos. Mi favorito es, sin duda, el queso de cabra. Mucha gente los toma con atún o anchoas. Sobre una rebanada de pan tostado y aliñados con aceite y, para quien le guste, ajo picado muy fino son una delicatessen!! Pero ya no es tanto de dieta.... :P
Ingredientes:
(Para realizar una receta sin gluten debéis aseguraros que todos los ingredientes son aptos para celíacos dado que hay ingredientes libres de gluten que pueden llevar trazas de alimentos que sí lo contengan.)
Pimientos rojos
Berenjenas
Aceite de oliva y ajo para aliñar (opcional, si estamos de dieta el propio jugo nos sirve de aliño)
Procedimiento:
Se limpian las hortalizas y se untan con aceite de oliva. Se ponen sobre una bandeja de horno y se hornean a 180 grados hasta que estén bien hechas. Cuando se sacan del horno se meten en una olla tapada hasta que enfrían lo suficiente para poder pelarlas sin quemarnos. A la vez que las pelamos les quitaremos todas las semillas. Después iremos haciendo tiras y las reservaremos en un bol.
Lo dejamos reposar unas horas y estará listo para consumir.
Conservación en la nevera:
Para conservarlo en nevera debemos cubrirlo con aceite. La cantidad de aceite depende del tiempo que lo vamos a querer guardar. Si lo vamos a tener un par de días en nevera no hará falta mucho aceite, pero si lo queremos conservar más tiempo deberemos cubrirlo con una capa generosa que no permita que el aire esté en contacto con el producto. Esto hace el plato más calórico.
Para conservarlo sin aumentar las calorías la mejor opción es congelarlo hasta su consumo.
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